Que hacemos con los días grises?

 Qué hacemos con los días grises?

Los días donde la mente este hipervigilante, juzgándose hasta en el mínimo detalle, donde los mantras y la meditación no llega a calmar al sistema nervioso, donde cuesta contenernos y sostenernos.

Esos días donde las lágrimas se escapan y los viejos fantasmas se aparecen a contarnos historias antiguas, a tocarnos las llagas, a escarbar las cicatrices.

Esos días mi cabeza suele repetirme que soy muy difícil, que hay algo roto en mi, que solo sé hacer daño, que soy una impostora en todo lo que hago, que no soy suficiente. Y duele, duele mucho porque son voces que no suelen callarse tan fácil, duele porque tal vez las había tenido calladas ya por mucho tiempo, y tiemblo de miedo porque tengo miedo de que nunca se vayan o peor que alguien más se de cuenta de que existe esta parte de mí.

He leído muchas veces que son solo emociones, que no hay que identificarse, que hay que dejar que sigan su camino... He leído que no hay que creer en lo que te dice la mente en esos momentos.. he leído que hay que respirar, que hay que enfocarse en el presente. Tengo muchas herramientas en mi paquete de herramientas, pero quiero decirte que la práctica no es tan fácil como la teoría.

Volver a casa, volver a tí, volver a sentirte un lugar seguro, toma su tiempo. El camino no siempre es el mismo, lo que una vez te funciono puede ser que ya no te funcione la próxima vez.

Me incómoda sentirme tan vulnerable, tan emocional, tan mujer. Quizás empezar por sentarme con esta incomodidad que es sentir todo esta montaña rusa de emociones, y dejar de intentar huirles sea el primer paso. Esta parte tan caótica de mí, es parte de mí, y estoy en el proceso de aceptarla y amarla tal cual es. Aún estoy aprendiendo y aún hay días que me cuesta.

Tomarlo como una oportunidad cada vez que se presenta para saber que es lo que me quiere enseñar, que es lo que tengo que ver que tengo tanto miedo de ver o de sentir. 

Soltar el control, soltar las expectativas... Entender que es hoy es lo único que puedo crear, que solo hoy puedo sembrar.

Recuerdo que post divorcio cuando estaba sumergida en tantos miedos, inseguridades e incertidumbres de lo que iba a ser mi vida , mi psicologo me dijo un día a la vez... haz que tu día sea bonito un día a la vez.

Y volví a construir otro capítulo bonito de mi vida un día a la vez. Pensé que este consejo era para solo una etapa, que iba a pasar... ahora pienso que es la mejor herramienta que puedes tener!  Un día a la vez 

Aunque esto no tranquiliza a mi ego controlador, la impermanencia de la vida es como el mar, como un continuo set de olas, donde habrán algunas que te van golpear, otras en las que podrás hacer patito y otras que elegirás para surfearlas y ahí aunque sean grandes y largas eventualmente van a terminar también.

Así que lo único que puedo hacer hoy es agradecer a los que están en mi vida, a que tengo que comer y beber, que mi cuerpo está sano para hacer las actividades que me gustan, y que por hoy todo está bien ...

Convencer a mi cuerpo que hoy está todo bien... 

Convencer a mi mente que hoy está todo bien...

pero sobretodo convencer a mi corazón  de que hoy está todo bien..

Si estas ahí, te siento, te acompaño y te abrazo 




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