Dic 2022 una más


Es inevitable que la mente no quiera hacer un resumen del año y hoy mientras corría me envió un par de cosas para reflexionar. Voy a empezar a correr una grabadora de voz porque salen buenas ideas.

Aunque ha sido un gran año, ha sido un año que ha puesto a la luz muchos puntos, muchas materias.

Quisiera aún poder ponerme en el papel de víctima y seguir dejando que mi cabeza me siga contando las mismas historias que alimentan a mi personaje de ficción favorito. Quisiera poder aún vivir en el cuento de hadas.

Aún las cosas que me duelen o que me hacen llorar, no es tanto lo que los otros me hicieron, es lo que yo permití que pasé, muchas veces porque no quise ver, muchas veces porque no quise enfrentar, porque era una incomodidad que no quería recorrer.

Al final entendí que los problemas o las situaciones comienzan como una bolita de nieve pequeña que rueda, y a mi me encanta huirle, darle la vuelta, no hablarlas, esperando mágicamente que desaparezca y con todo esto lo único que logro es que pase el tiempo y esta bolita siga rodando y creciendo. 

Tal vez si tuviera más coraje para enfrentar y atravesar esa incomodidad, que ojo muchas veces se puede lograr con una simple conversación, no llevaría las cosas a los extremos donde muchas veces mi vida comienza a parecerse a una serie de Netflix de drama o comedia. 

Cuando la bolita es chiquita golpea pero no hace daño.

Este año dejé en muchas ocasiones y en varios ámbitos de mi vida que está bolita ruede y ruede… y en todas me aplastó y me hirió.

Soy consciente que fue mi responsabilidad porque no tuve la valentía de hablar y decir lo que quería, me dejé ganar por el miedo al rechazo al abandono a tal punto que muchas veces VI y de alguna u otra forma cerré los ojos y me convencí de que estaba loca. 

Eso es lo que más me duele, haberme traicionado, haberme invalidado, haberme hecho chiquita nuevamente… es por esto que me pido perdón y me abrazo muy fuerte.

También estoy consciente que esta culpa que cargo no me ayuda y que solo hablándome con mucho amor y compasión voy a en realidad poder soltar , poder cambiar, poder recuperar mi confianza para que en la próxima lección me atreva a dar los pasos.

Estoy aprendiendo a ser mi mejor amiga, a escuchar esa voz interna que es muy sabia, a mostrarme como en realidad soy, a dejar de tenerle tanto miedo a la soledad y a dejar de hablarme tan fuerte.

Estoy aprendiendo a agarrarle el gustito a la incertidumbre y fluir, porque si hay algo que me enseñó el 2022 es que la veces que he soltado el control, he podido experimentar  la magia de la vida.

Estoy observándome y escuchando todos estos cuentos que me dice la mente para mantenerme ahí paralizada con miedo, ese gran miedo de volver a caer.

Aún le tengo tanto miedo a ese agujero negro y este año lo volví a experimentar, ese agujero que me absorbe la vida, ese agujero que duele… tengo tanto miedo de que la próxima vez no pueda salir.

Por suerte tengo grandes personas a mi lado, he construido una tribu de mucho amor. Gente que no me dejar bajar los brazos, gente que entiende a los rotos. 

Entendí  que es mejor cometer errores por decisiones que yo he tomado, que por no tomarlas y dejar que otros las tomen por mi. Está bien cometerlos y aprender de ellos. Esta bien no lograrlo todo, está bien que las cosas no salgan como tú quieres, está bien cerrar puertas, poner límites, decir No más. Todo está bien mientras sigas avanzando y creciendo porque tu camino es único.

Al final esto es lo que soy, una simple estudiante de la vida, y muchas veces creo que estoy pasando prekinder  y otras creo que vuelvo a reprobar.

Pero estoy tranquila saben por qué, les voy a contar un secretito 

Nadie sabe cómo vivir, todos pero todos estamos improvisando.

Así que el 2023 se va a tratar de eso, de recuperar mi poder, de recuperarme, de volver a mí, a mi esencia… de volver a creer en mí 💖




Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi antes y después

Family matters

la reina eres tú