DNF

Aun repaso en mi cabeza el momento que decidí que ya no podía más. 
Solo me había bajado un ratito a estirar la espalda porque el dolor no me dejaba transferir fuerza a los pedales. 
Era un minuto para poder seguir dándole, quedaba tan poco y ya había pasado las peores partes con dolor.  Me recosté a la baranda del costado de la carretera y no me pude volver a pararme recta. 
En mi cabeza pasaron miles de pensamientos a mil por hora. 
Era el km160 y mi corazón estaba perfecto. 
El día anterior había decidido agarrar al toro por los cuernos , dejar de pensar y simplemente actuar.
Todo lo que me había molestado la semana pasada había desaparecido. 
La mente había mandado al cuerpo y estábamos conectado listos para cumplir lo que nos habíamos propuesto.
La salida del agua fue de película de terror, cientos de personas tratando de no ahogarse. 
Los primeros 200 metros los nade con la cabeza afuera por pánico pero me mantuve concentrada. Cuando salí de la primera vuelta y vi 29 min pensé que iba a poder lograr el infame sub1hr así q la 2da vuelta con mucho más espacio lo nade fuerte pero conservada.  Salí en 1:01 al final .
La salida de la bici fue brutal loma tras loma con viento en contra, esta parte no estaba en mi mapa de sufrimiento. 
Venia muy cautelosa y con paciencia en los Watts. En un segundo senti como el viento me empujó hacia la izquierda, intente controlar la bicicleta pero justo en ese momento alguien me pasaba muy rápido y muy cerca . 
Solo lo toque un poquito y lo que recuerdo es como mi cabeza impactaba el asfalto sin tener mucha opción a poner el cuerpo. 
Esto nunca me había sucedido. 
No se cuantos minutos pasaron, ya mis recuerdos vienen cuando estaba rodeada de personas. 
Los mecánicos habían visto todo y estaban a lado mío llamando a los doctores. 
La caída había sido fuerte, pero en ese momento en el km 10 ,mi cabeza ni siquiera consideraba que era el fin del cuento.

Les dije que me ayudaran a parar y que recojan mi bici de la mitad de la calle, vean si está frenada y si todo sirve. 
Me dijeron que todo está bien. Les dije no llamen a nadie voy a seguir. 
No recuerdo haber llorado, simplemente no había tiempo para perder la cordura. 
Lo que si no me atreví a hacer desde ese momento fue volver a ponerme aero , lo que iba a cobrar un precio demasiado alto después. 
Con raspaduras en la mano, codo y espalda seguí el camino. 
Al comienzo era la molestia de las raspadas pero era un dolor que podía manejar. 
Pasado el km 60 comenzó a dolerme el cuello y la espalda, pero aún lo podía manejar. Era solo cuando subía así q descansaba un poco en las bajadas. 
Pasado el km90 ya no era solo en las subidas sino también en las bajadas y en el plano y comenzaba lentamente a irradiarse a mi nalga y piernas. 
Mi mente estaba fuerte y mandaba a mi cuerpo a seguir. La hidratación y la comida la tenía en horario, anímicamente me sentía bien, había bajado mejor de lo que me esperaba y la caída según yo había quedado para hacer una buena anécdota a la hora de la llegada. 
Al km 110 en un plano con viento a favor casi sin poner potencia a los pedales , la espalda me seguía doliendo , ahora avanzaba a correntazos hacia mis piernas. 
Solo faltan 70km casi que una vuelta a Sambo, ya las lomas más feas habían pasado, las bajadas peligrosas las había conquistado era solo llegar.
Para el km 130 comencé a rodar lo que más podía parada en pedales, sea plano, bajado o subida no soportaba el dolor sentada. 
Pero mi mente decía solo falta 50k una vuelta a tarifa. 
Al km 160 el dolor ya no me dejaba meter fuerza a los pedales, aun faltaban 20km que en esas condiciones iba a ser mínimo 1hora más . 
He ahí cuando decidí bajarme para estirar la espalda, a pocos minutos llegaron unos jueces en motos y le pedí de favor que me ayudaran a subir a la bicicleta. 
En contra de su voluntad lo hicieron pero a las dos pedaleadas me empecé a ir de lado por el dolor. 
Llamaron al doctor y apenas llegaron me inyectaron porque no podía caminar, a los 10min les dije q por favor me vuelvan a intentar subir a la bicicleta.
Lo volvieron a intentar y casi me vuelvo a caer.
En ese momento el cuerpo le dijo a mi mente  hasta aquí llego tu lucha . 
Fue una decisión dura, no creo que en ningún momento ni en mi peor escenario mental pensé que me iba a retirar.
Y ahí estaba en el carro de auxilio de carrera yendo hacia la meta a entregar el chip. 
Definitivamente hay cosas que no se pueden controlar, estoy segura de que de mi lado hice todo lo posible para llegar ahí en mi mejor momento y con eso puedo dormir tranquila. 
Ahora solo toca limpiar los golpes, sanar las heridas y ver donde va a ser la próxima batalla. 

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