Te mereces esa historia de amor
Nuevamente me encuentro en un punto donde debo bajar la velocidad y entrar a mi mundo interno en búsqueda de herramientas y de consuelo. La vida es como es, hay momentos felices que duran poco pero que enseñan un montón, que sanan. Hace tiempo que no experimentaba una conexión sana, contención y seguridad. Tanto así que mi mente estuvo dedicada a encontrar formas de boicotear lo que estaba viviendo. Tenía que tenerla vista, en raya, como el fantasmita de mario bros, para que no me ataque. Siempre buscando la historia atrás, la mentira, el doble sentido, recordándome momentos amargos para que yo desconfiara de lo que estaba sintiendo. Definitivamente el cerebro está programado para la supervivencia y no para la felicidad, al menos el mío, siempre hipervigilante. Era muy cansado pero a la vez la recompensa era tan bonita. Viví muchos momentos de unicornios y arcoiris y aunque a veces creo que son muy bonitos para ser reales, (nuevamente la antigua programación) así los viví y así qu...